Pueblos indígenas amenazados del mundo. Hay más de 150 millones de indígenas que viven en sociedades tribales repartidos en más de 60 países de todo el mundo Aunque sus derechos de propiedad territorial están reconocidos en el derecho internacional, no se respetan apropiadamente en ningún lugar. Información obtenida de: http://www.survival.es
0: Innu Ver detalle |
1: Wichí Ver detalle |
2: Bosquimanos Ver detalle |
3: Aborígenes australianos Ver detalle |
4: Khanty Ver detalle |
5: Pueblos de Siberia Ver detalle |
6: Akuntsu Ver detalle |
7: Arhuaco Ver detalle |
8: Awá Ver detalle |
9: Ayoreo Ver detalle |
10: Enawene nawe Ver detalle |
11: Enxet Ver detalle |
12: Guaraní Ver detalle |
13: Indigenas aislados Ver detalle |
14: Indígenas aislados Ver detalle |
15: Indígenas de Brasil Ver detalle |
16: Indígenas Raposa-Serra do Sol Ver detalle |
17: Nukak Ver detalle |
18: Yanomami Ver detalle |
19: Indigenas del Valle del Omo Ver detalle |
20: Masai Ver detalle |
21: Ogiek Ver detalle |
22: Pigmeos Ver detalle |
23: Batak Ver detalle |
24: Dongria kondh Ver detalle |
25: Jarawa Ver detalle |
26: Jummas Ver detalle |
27: Palawan Ver detalle |
28: Penan Ver detalle |
29: Pueblos de Papúa Ver detalle |
30: Wanniyala-aetto Ver detalle |
La tierra de los innu, en la que han vivido durante milenios, es un área inmensa de bosques de abetos y coníferas, lagos, ríos y roquedales. Hasta la segunda mitad del siglo XX, los innu vivían como cazadores nómadas. Durante la mayor parte del año los cauces fluviales de Nitassinan están helados , lo que les obligaba a viajar en pequeños grupos de dos o tres familias caminando sobre raquetas de nieve y arrastrando trineos. Cuando el hielo se derretía se desplazaban en canoa hacia la costa o a un lago interior para pescar, comerciar y encontrarse con amigos y familiares.
Los wichí vivían tradicionalmente de la caza, la pesca y el cultivo de alimentos en pequeños huertos. Su tierra fue una vez un terreno fértil de pastizales y bosque que cubría todas sus necesidades. Pero la introducción del ganado en su tierra la ha convertido en un desierto polvoriento, provocando periodos de hambre e inanición, y haciéndolos depender mucho más de empleos ocasionales para sobrevivir.
El Gobierno de Botsuana obligó a los bosquimanos de la Reserva de Caza del Kalahari Central a abandonar sus tierras ancestrales en varias oleadas de expulsiones. En 2006 ganaron una batalla legal histórica cuando el Tribunal Supremo de Botsuana declaró que su expulsión fue “ilegal” e “inconstitucional”. Desde entonces el Gobierno ha detenido a más de 50 bosquimanos por cazar para alimentar a sus familias y les ha prohibido el acceso a su pozo de agua durante una de las sequías más severas de los últimos años.Cientos de ellos aún languidecen en campos de reasentamiento, incapaces o asustados de regresar a casa.
Existen unos 500 pueblos aborígenes diferentes en Australia, cada uno con su propia lengua y territorio, normalmente compuestos por diferentes clanes. Los arqueólogos estiman que los aborígenes llegaron al continente australiano por primera vez hace unos 45.000 años.Los propios aborígenes, por su parte, sitúan su creación en el Tiempo del Sueño, una era remota en la que la Tierra se formó
Los khanty son seminómadas, como la mayor parte de los pueblos ganaderos. En su hogar, la taiga siberiana, las temperaturas pueden llegar a 50 grados bajo cero, por lo cual crecen muy pocas especies Tradicionalmente, los khanty se han desplazado siguiendo a sus renos, a veces cobijándose en “chum” (tipis de piel de reno), y otras en casas de madera en las que se tiene una hoguera siempre encendida para mantener el calor Las casas se aíslan rellenando el espacio entre los troncos con musgo. Los khanty dependen en gran parte de los renos para su alimentación y su sustento, ya que obtienen la mayor parte de su dieta de estos animales También cazan y pescan, recolectan bayas y venden los renos y pieles que han cazado para comprar, a su vez, otros artículos.
Algunos de estos pueblos son pastores de renos nómadas, y viven en la
tundra o la taiga (bosques de coníferas) combinando el pastoreo de renos
con la caza y la recolección, y a menudo viven en asentamientos. Hoy en
día, el 10% de los pueblos indígenas de Siberia vive de forma
nómada o seminómada, en comparación con el 70% de hace sólo 30 años.
Estas tribus hablan lenguas que proceden de una gran variedad de
familias lingüísticas: algunas no poseen semejanza con ninguna otra
lengua, y ninguna tiene parecido con el ruso. Algunos pueblos indígenas
mayores, los sakha (antes conocidos como
yakuts) y los komi, poseen sus propias repúblicas dentro del Estado
ruso.
Los akuntsu son un pequeño pueblo indígena de la Amazonia de sólo cinco integrantes. Son los últimos supervivientes conocidos de su pueblo y habitan en el estado de Rondônia, en el Brasil occidental.En pocas décadas los akuntsu habrán desaparecido y nuestro planeta habrá perdido un pueblo, un lenguaje y uncultura únicos.
Los arhuaco (también conocidos como los ika) viven en la cara sur de la Sierra; sus vecinos los arsarios (en ocasiones denominados malayo o wiwa) habitan en el este, y un tercer pueblo indígena, los kogi, en el norte. En total son casi 20.000 personas.Los indígenas definen el límite de su patria mediante la “línea negra”, que se extiende invisible en torno a las montañas e incluye algunas zonas cálidas de tierras bajas y algunos tramos de costa. Esta línea une también varios lugares sagrados.
Los awá son uno de los últimos pueblos indígenas auténticamente nómadas de cazadores-recolectores de Brasil. Unos 60 awá aún no han tenido contacto con foráneos.Aunque la mayoría habita en reservas legalmente reconocidas, los awá se ven rodeados, en espacios cada vez más reducidos, por madereros, colonos y terratenientes ganaderos que invaden su tierra y destruyen su selva.
Hay varios subgrupos diferentes de ayoreo. Los más aislados son los
totobiegosode (cuyo nombre significa “gentes del lugar de los cerdos
salvajes”). Son un pueblo nómada de cazadores-recolectores, que habitó
antaño una extensa región de bosque bajo. Desde 1969 muchos de ellos han
sido expulsados de la selva, pero algunos todavía evitan cualquier
contacto con foráneos.
Los enawene nawe viven en una zona de sabana y pluviselva tropical en el estado de Mato Grosso, al oeste de Brasil. Aunque la mayor parte de su tierra fue oficialmente reconocida en 1996, una zona crucial denominada “Río Preto”, en la que los indígenas se reúnen cada año para pescar peces y luego ahumarlos, se quedó fuera.La zona está siendo invadida por terratenientes y, por si fuera poco, el Gobierno del estado de Mato Grosso ha anunciado que va construir un enorme complejo de presas hidroeléctricas en la zona alta del río de la tierra de los enawene nawe.
Los enxet fueron antaño cazadores-recolectores autosuficientes, pero la mayor parte vive ahora como temporeros explotados en las grandes haciendas de ganado que han absorbido sus tierras.Casi todos siguen abasteciéndose por sí mismos, al menos en parte, gracias a la recolección de miel y a la caza, especialmente de capibaras (el mayor roedor del mundo), ciervos e iguanas .Algunos aún consiguen vivir completamente de la caza y la recolección y del cultivo de algunos vegetales.
Los guaraní fueron uno de los primeros pueblos contactados tras la llegada de los europeos a Sudamérica hace unos 500 años.Hoy día constituyen el pueblo indígena más numeroso de Brasil, donde aún viven alrededor de 46.000 guaraní. Muchos otros habitan en los vecinos Paraguay, Bolivia y Argentina. El pueblo guaraní de Brasil se divide en tres grupos: los kaiowá, los ñandeva y los m’bya. El mayor de ellos es el de los kaiowá, que significa “pueblo del bosque”.
En riesgo de extinción por enfermedad y pérdida de tierra. En las profundidades de la selva amazónica viven pueblos indígenas que no tienen contacto con el mundo exterior.Madereros ilegales y terratenientes ganaderos están invadiendo su tierra y trayendo enfermedades. No sobrevivirán a menos que esto se detenga.
Corren peligro de extinción por las enfermedades y la pérdida de sus tierras. En las profundidades de la selva amazónica, en Perú, viven pueblos indígenas que no han tenido contacto con el mundo exterior.Los trabajadores de las petroleras y los madereros ilegales invaden sus tierras y propagan enfermedades. Los indígenas no sobrevivirán si no se pone fin a esta situación.
Quinientos años de exposición a enfermedades, violencia y desposesión eliminaron a la mayor parte de esta población indígena. Hoy hay unos 350.000 indígenas en Brasil repartidos en más de 200 tribus dispersas por todo el país. Hablan un gran número de lenguas procedentes de una gran variedad de familias lingüísticas; 110 de las lenguas tribales de Brasil cuentan con menos de 400 hablantes.Las tribus de Brasil incluyen desde grandes tribus como los guaraní o los yanomami, con decenas de millares de integrantes, hasta los akuntsu y los kanoê, con tan sólo unas pocas docenas.
Los pueblos makuxí, wapixana, ingarikó, taurepang y patamona viven en
una tierra llamada Raposa-Serra do Sol (Tierra del Zorro y la Montaña
del Sol) al norte de Brasil, en la frontera con Venezuela y Guyana.
Empujados casi a la extinción por foráneos hostiles Su recóndita selva ha sido invadida por colonos cocaleros del lucrativo comercio de la cocaína. Ahora muchos nukak han huido de su tierra después de verse atrapados en la violencia de la guerra civil colombiana.Desde el primer contacto regular en 1988, más del 50% de todo el pueblo indígena ha muerto. Los nukak son uno de los al menos 32 pueblos indígenas de Colombia “en inminente riesgo de extinción”.
La minería, la ganadería y una caótica atención sanitaria amenazan a los yanomamiDurante miles de años, los yanomami han vivido prósperamente en las selvas de Sudamérica.Ahora se enfrentan a dificultades mientras el Gobierno falla a la hora de protegerles frente a invasiones criminales, ataques y enfermedades.
Una gigantesca presa hidroeléctrica amenaza a los pueblos indígenas del bajo río Omo. Estos pueblos indígenas llevan habitando esta zona desde hace siglos, y han desarrollado técnicas para sobrevivir a sus duras condiciones.No se les ha consultado acerca de la presa, a pesar de que pueden llegar a perder su medio de vida, que depende de la corriente natural del río.
ara los masai, el ganado es lo que determina la calidad de vida, y la
carne y la leche son los mejores alimentos. Su antiguo ideal era vivir
exclusivamente del ganado, ya que los otros alimentos los podían obtener
mediante el trueque. Hoy, sin embargo, también necesitan cultivar. Hoy en día, los masai se han visto cada vez más forzados a
sedentarizarse y muchos consiguen trabajo en las ciudades.
Los ogiek son cazadores-recolectores; algunos viven en el interior de la
selva, exclusivamente de la caza y la recolección, aunque la mayoría
también cultiva vegetales y cría ganado. Tradicionalmente han cazado
animales como el antílope o el cerdo salvaje, cuya caza es ahora ilegal
por lo general. Recolectan no sólo plantas silvestres, sino también miel de las colmenas
que fabrican en troncos huecos, colocándolas en las ramas más altas de
los árboles de la selva.
En muchos lugares son reconocidos como los primeros habitantes. Los diferentes grupos pigmeos hablan lenguas diferentes, en su mayoría relacionadas con las de los pueblos no pigmeos que viven en las cercanías. Sin embargo, existen algunas palabras que comparten incluso las tribus pigmeas más separadas, lo que indica que podrían haber tenido una lengua común en el pasado. Una de estas palabras comunes es el nombre del espíritu de la selva, Jengi.
Los batak viven en las selvas del norte de la isla de Palawan, en el oeste de Filipinas. No se les debe confundir con los batak indonesios del norte de Sumatra, muy numerosos y étnicamente diferentes. Los batak de Filipinas son un pueblo “negrito” Se cree que proceden de los primeros movimientos de población humana que cruzó los puentes de tierra que conectan el archipiélago de Filipinas con Asia, hace unos 50.000 años.
Vedanta Resources, una empresa británica, pretende abrir una mina de bauxita a cielo abierto en la montaña Niyamgiri, India. La mina destruirá los bosques de los que dependen los dongria kondh y destrozará las vidas de otros miles de indígenas kondh que viven en la zona. El Tribunal Supremo de la India ha dado luz verde a la mina, pero los pueblos kondh están decididos a evitar la destrucción de su lugar más sagrado.
Los cazadores furtivos amenazan la supervivencia del pueblo indígena jarawa Hasta 1998 los jarawa escogieron resistirse al contacto con todos los foráneos. En la actualidad, se encuentran gravemente amenazados. Los furtivos permanecen días enteros acampados en su selva, y las autoridades locales están desafiando la orden del Tribunal Supremo de la India que obliga a cerrar la carretera que atraviesa su reserva.
Las dos tribus mayores, la de los chakma, compuesta por más de 350.000 personas, y los marma, son budistas. Otras tribus son hinduístas, cristianas o practican sus propias religiones. Las Hill Tracts son un terreno abrupto y empinado, lo que dificulta los cultivos. Para aprovechar mejor la tierra, los jummas practican la rotación de cultivos, trasladando éstos de una parte a otra de su territorio para permitir que el terreno se recupere.Esta práctica recibe el nombre “jhum”, y de ahí el nombre colectivo “jumma” que reciben estas tribus. Los mru viven alejados del resto de los pueblos jummas, en las cumbres. Normalmente viven en casas fabricadas sobre altos pilotes.
Los palawan viven en el sur de la isla Palawan, en Filipinas, tanto en el interior montañoso como en las tierras bajas. Hay unos 40.000 palawan en total. Algunos de los que viven en el interior están muy aislados y tienen muy poco contacto con los foráneos.
Los indígenas cazadores-recolectores penan de Sarawak, en la parte malasia de la isla de Borneo, están luchando para detener la destrucción de lo que queda de sus selvas y su modo de vida. Los derechos territoriales de los penan no están reconocidos y sus selvas están siendo deforestadas por las madereras, las plantaciones de palma de aceite y las presas hidroeléctricas, privándoles de sus medios de supervivencia.
Papúa es el hogar de unas 312 tribus diferentes, entre ellas algunos pueblos no contactados: se trata del lugar con mayor número de pueblos no contactados, aparte de Brasil. La región montañosa del centro de la isla es el hogar de los pueblos de las tierras altas, que crían cerdos y cultivan batatas Los pueblos de las tierras bajas viven en zonas pantanosas infectadas de la costa de malaria, y viven de la caza y la recolección Algunas de las muchas lenguas tribales están emparentadas unas con otras, pero las hay que son completamente distintas de cualquier otra lengua. Estos pueblos son étnicamente diferentes de los indonesios que controlan su país.
Los wanniyala-aetto (“pueblo de la selva”) viven en una región de selva
tropical al este del macizo montañoso central de Sri Lanka. Se cree que
ya vivían en Sri Lanka varios miles de años antes de la llegada de los
cingaleses y tamiles, ahora dominantes. Los extranjeros los conocen como
los “veddah”.