La construcción del faro fue autorizada el 11 de enero de 1988 y el proyecto encargado a los ingenieros Sergio de la fe Marrero y Manuel Monterde Vázquez. Las obras fueron concluidas en 1995, entrando en servicio la instalación durante la noche del 15 de marzo de 1996.
De estilo moderno, alejado de los diseños estandarizados que se estaban utilizando hasta el momento en los faros de nueva planta, los ingenieros concibieron una construcción en dos cuerpos.
El primero de ellos es una base cuadrada con dependencias para albergar las baterías y cuadros eléctricos y de mandos.
Desde este pedestal se levanta la segunda parte de la estructura, una columna cuadrada que se erige a modo de torre, con una base considerablemente menor a la del cuerpo inferior.
El fuste es de hormigón armado, alberga en su interior un ascensor, y está rodeado por una escalera externa que llega hasta una terraza donde están colocados los paneles fotovoltaicos que suministran la electricidad necesaria para el funcionamiento del faro.
Desde esta terraza se llega al remate de la torre, mediante una escalerilla vertical adosada a la pared, que da acceso a un plataforma en la que se encuentra la linterna y, unido a este cuerpo superior, un pararrayos.
El faro dispone de una linterna de 50 centímetros de diámetro, no visitable y de óptica fija, con un cupulino desmontable para facilitar su limpieza y mantenimiento.
Está equipada con un cambiador de lámparas cuádruple marca Tecmar de tipo noria y un destelleador doble. La única fuente de alimentación de la baliza son los paneles solares que alimentan a un grupo de baterías, no recibiendo energía de la red eléctrica principal.