Iván Márquez dedicó varias líneas de su intervención a la situación de Cerro Matoso, la mina a cielo abierto que, según Márquez, está siendo saqueada “en detrimento de la soberanía, el bienestar social y el medio ambiente” por la multinacional BHP Billiton. El líder guerrillero acusó al gobierno del presidente Juan Manuel Santos de estar asustado para defender la soberanía frente a la empresa extranjera que extrae ferroníquel en medio de la indignación de buena parte del país.
Precisamente, es en el bus de esa indignación que se montan las Farc. Sobre todo a partir del más reciente capítulo de la irritación, protagonizado por los trabajadores de la firma Gecelca S.A. E.S.P., quienes el pasado mes de julio bloquearon la vía principal de acceso a la planta de producción, en inmediaciones del municipio de Montelíbano, Córdoba. Según Cerro Matoso S.A., los protestantes no tienen ninguna vinculación laboral con ellos. Sin embargo, sus acciones hicieron parte de un debate nacional que llegó al propio Congreso, desde donde legisladores de todas las tendencias políticas pidieron la caducidad del contrato de la empresa en cuestión. Argumentan que el país recibe menos regalías de las que debería por parte de los privados.