En la islita de Inisheer lo más bonito es perderse... que tarde o temprano siempre te reencuentras. Empezamos el recorrido saliendo del puerto por la zona del campo de rugby, pasando por las tumbas celtas y el cementerio moderno. Se acaba el poblado y empieza la laberíntica carretera que da la vuelta a la costa sur de la isla, cogiendo unos desvíos se puede ir a un bonito Lough o a una zona en que uno se puede meter en los famosos cercados delimitados por muros bajos de piedra, pero cuidado que perderse es muy fácil, los muros no son tan bajos y si uno se adentra demasiado o no memoriza el recorrido, luego resulta complicado salir de aquello. Siguiendo por la pista/carretera principal, se llega a lo más emblemático de la isla, el buque oxidado que está tirado en una playa del sur de la isla. De aquí se puede ver el faro, y se puede seguir fácilmente la carretera que sube un poquito y ofrece buenas vistas, parece que vuelve al puerto pero luego vuelve a torcer hacia el oeste y pasando por una zona poblada va dirección al faro. Para ir al faro hay que hacer unos 2km de callejón sin salida, una vez en el faro podéis decidir si infringir o no la prohibición a entrar y pasar la valla, para llegar a la altura de la orilla del mar. Nosotros llegamos al faro pero nos dimos la vuelta sin entrar, para ir a ver las colinas de los castillos medievales derrumbados. Para ir a estos castillos, una vez hechos al revés los 2km de la carretera del faro, se puede bajar a la izquierda en un sendero (mejor si andando..) que luego vuelve a subir entre los muros y serpentea hasta la cima de la primera colina (aquí igual hay que bajarse de la bici porque el fondo es de tierra/hierba/piedras y es bastante empinado). Después de ver el primer castillo y de pasar cerca del segundo, en lugar de ir a lado norte de la isla bajamos otra vez hacia el pueblo, volviendo a pasar por el campo de rugby y terminando el recorrido en un pub local, tomando una buena pinta de Smithwicks!
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