Vuelo en globo sobre Segovia

Este vuelo en globo aerostático sobre la ciudad de Segovia lo realizamos Cari y yo, junto con otras diez personas y Laureano, el piloto de cirros.com, el día 26 de mayo de 2012 al amanecer. El día era tranquilo, de temperatura agradable, y nublado, lo que al final resultó una suerte, porque pudimos atravesar esa capa de nubes para flotar sobre ellas mirando a la sierra de Madrid y a los diversos puntos del horizonte. Cada mirada ofrecía una luz y un cielo diferente en un amanecer como nunca antes había visto. La experiencia del vuelo en globo deshizo todas las expectativas que en mi ignorancia había anticipado. Ni vértigo, ni viento en la cara, ni ropa agitada, ni hablar a voces. Tardé un buen rato en darme cuenta de que la sensación era la de estar de pie al aire libre en el centro de la realidad, alrededor del cual todo se movía ante mis ojos, en silencio, roto sólo de vez en cuando por las exclamaciones de admiración de mis acompañantes. Subimos al globo y Laureano dijo ¡Vámonos!, y la tierra con la gente que preparaba otros globos se alejó hacia abajo. Segovia empezó a moverse despacio bajo nosotros. Las nubes bajaron y se colocaron entre nosotros y Segovia, muy cerca de la barquilla. La sierra de Madrid se acercaba rápidamente, la tierra giraba para que viésemos todas las luces del amanecer. Las nubes volvieron a subir por encima de nosotros y pudimos ver que Segovia seguía moviéndose lentamente debajo, más lejos ahora. La tierra subió con rapidez hasta quedar a menos de un metro bajo la barquilla, para moverse despacio acariciándola con el cereal y las hierbas, en una especie de travelling cinematográfico un tanto irreal. De nuevo la tierra se alejó y luego volvió, acercándose tanto que golpeó a la barquilla una, dos, tres veces, y todo quedó quieto. Si queréis leer la descripción de la experiencia de vuelo en globo que hizo Borges, la podéis encontrar en la web de Laureano http://cirros.com/lirica-aeronautica.php?s=la&art=30