Un viaje con altibajos - Heaven & Hell (sitios de interés)
Descripción del sitio
En el verano del 2010, cuando yo tenía quince años, hice un viaje en autocaravana con mi grupo de surf. Éramos cinco jóvenes los que dormíamos en camas y dos entrenadores adultos que dormían en tiendas de campaña. Todos teniamos una muy buena relación, nos pasábamos el día haciendo bromas y riendonos. Era el viaje perfecto: sol, buenas olas y una perfecta compañía.El primer día salimos de Plentzia con rumbo a Cantabria, empezamos surfeando en la playa de Laredo que está aproximadamente a una hora y media. Fue un baño divertido con olas no muy grandes y con poca gente en el agua. La verdad es que todo empezó realmente bien.
Nuestro objetivo era pasar unos días en Asturias y después ir a Galicia para pasar allí otros días. Por esa razón, cuando a la mañana nos despertamos en el parking de la playa de Laredo decidimos seguir el viaje e ir hacia Asturias.
Nos gusta visitar playas con bonitas vistas, poca gente, sin edificios por alrededor... nos gusta buscar olas en rincones escondidos, en playas a las que no va mucha gente. En este viaje encontramos una playa así, llamada Gulpiyuri. Era una playa de arena pero con alguna que otra roca. Parecía un sueño, estabamos todos disfrutando mucho del baño. Todo cambió cuando una compañera de viaje, llamada Leire, mientras estaba en una ola se dio contra una roca. Era una playa aislada, no había nadie y nosotros no conocíamos bien la zona. Necesitabamos un médico porque Leire estaba repleta de sangre y se quejaba de un fuerte dolor en el brazo. Todos estábamos muy nerviosos sin saber que hacer.
Estuvimos media hora buscando a alguien para que nos dijera donde estaba el hospital más cercano. Por suerte para nosotros, encontramos a un anciano paseando por la zona. Nos dijo que el hospital más cercano estaba a 40 kilómetros de allí. En ese momento todos nos empezamos a poner más y más nerviosos pero nos tranquilizamos cuando el señor nos dijo que tenía un amigo que a lo mejor nos podría ayudar. El amigo de este amable anciano le curó las heridas a mi compañera, le puso una venda y todos nos tranquilizamos.
Cuando todos recuperamos la calma del todo, nos dirigimos al hospital. Todos estábamos tristes porque ese viaje que parecía perfecto se había convertido en unos minutos en un infierno. Al de dos horas de haber permanecido en el hospital nos pusimos de acuerdo en volver para que Leire pudiera irse a casa con su familia.
Playa Gulpiyuri, Asturias.