UN VIAJE INOLVIDABLE - Heaven & Hell (sitios de interés)

Descripción del sitio



Mi viaje hacia Lanzarote, una pequeña isla del archipiélago canario muy importante por los 2 millones de turistas que recibe anualmente, comenzó el día 13 de julio del 2009. Este maravilloso viaje lo realicé junto a mis padres unos amigos suyos, sus dos hijos varones mi hermano pequeño y mi hermana mayor. Mis vacaciones habían comenzado hacía no mucho y quería aprovecharlas al máximo y que mejor que empezarlas con un viaje junto a mi familia y amigos a Lanzarote. Yo iba muy motivada y eso hizo que aquel viaje fuera el mejor que he realizado hasta ahora.

El primer día del viaje se notaban los nervios en el ambiente, la emoción y el miedo se mezclaban. Todos con nuestras maletas gigantes preparadas nos dirigimos al coche para coger el avión en el aeropuerto de Loiu. Allí, aparcamos el coche para los cinco intensos días que íbamos a vivir en la hermosa isla.
El avión iba abarrotado de gente y eso nos daba seguridad, porque todavía dudábamos del tiempo que nos esperaba. Después de tres horas de vuelo bastante entretenidas, llegamos al aeropuerto situado al este de la isla cerca de la capital, Arrecife. Nuestro hotel Playa Verde **** se encontraba en Costa Teguise, a pocos kilo metros de la ciudad. Mi padre lo tenía todo organizado y por eso supo llevarnos hasta el bus que nos iba a dejar a las puertas del hotel.

Cuando llegamos al hotel nos sentíamos como reyes, todo era elegancia y educación. La chica de la recepción, muy agradable, nos dio las llaves de las habitaciones y nos acompañó hasta ellas. Eran muy grandes y con vistas a las piscinas centrales y nos encantaron a todos. El aire acondicionado se agradecía y en la habitación no nos faltaba de nada. Era la hora de comer y nos dirigimos al buffet libre que nos venía incluido en el precio. Todo estaba riquísimo y había mucha variedad de comida. Cuando nos llenamos las tripas decidimos relajarnos un rato en las tumbonas y en cuanto nos hizo la digestión nos metimos en las piscinas y nos tiramos por los toboganes. El día se acababa y solo nos apetecía cenar y meternos en la cama hasta el día siguiente.

Al día siguiente alquilamos una furgoneta para los nueve, con la que pudimos aprovechar mejor los días sin perder el tiempo en transportes públicos. Nos dirigimos a Guatiza donde visitamos el Jardín de los Cactus una obra realizada por Cesar Manrique. Nunca habíamos visto tantos cactus juntos y tan diferentes. Mi hermano pequeño no paraba de chillar por los pinchazos que se metía al tocarlos y no parábamos de reírnos. Más tarde, nos trasladamos todavía más al sur, primero a la Cueva de los Verdes, una cueva surgida bajo la lava en la que durante todo el trayecto una guía nos explicó a la perfección todas sus curiosidades. La cueva nos pareció muy original por la música que nos pusieron durante el recorrido y sobre todo porque al final nos sorprendieron con una sorpresa que nadie se la esperaba. Cerca de la cueva no pudimos dejar sin visitar Jameos del Agua, un lago de agua transparente que nos llamó mucho la atención ya que se encontraba una especie de cangrejo blanco que únicamente se halla allí, eran tan raros que no dejábamos de mirarlos. Por último subimos a un mirador con unas vistas increíbles y nos hicimos unas fotos de familia. Todos estábamos agotados y fuimos a descansar al bar construido dentro de la roca del mirador. Este fabuloso día junto al cuarto fueron los que más disfrutamos y más sitios visitamos.

El cuarto día por la mañana nos dirigimos al otro extremo de la isla, al parque nacional de Timanfaya. Pasamos mucho calor en el coche y no dejábamos de beber agua, pero al llegar al parque, al lugar más afectado por las erupciones volcánicas de todo Lanzarote nos tomamos unos sabrosos muslos de pollo asados directamente con el calor del interior de la tierra. A continuación, nos montaron en un bus e hicimos un tour rodeados de cráteres y largos lagos de lava. Tenía ganas de que llegara el final porque nos esperaban los camellos para dar una vuelta. Yo monte con mi hermana y fue muy gracioso porque se movían mucho.
La tarde nos la tomamos con mucha calma, fuimos a una playa muy larga y de arena negra en la que pudimos descansar debajo de muros hechos de piedra volcánica. Buceamos y tomamos el sol tranquilamente y hasta dimos de comer a los peces a la boca.

Estos dos días del año 2009 fueron muy especiales para mí y nunca los voy a olvidar. Solo me traen buenos recuerdos, no solo porque me encanto la isla de Lanzarote que parecía el Caribe, también por la compañía. No tuvimos ningún disgusto y todo nos salió a la perfección. Espero volver a disfrutar y divertirme así en algún otro viaje y que sea pronto.

 
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Mapa del lugar de interés UN VIAJE INOLVIDABLE

Panorámica interactiva con Google Street View

fotografía panorámica de UN VIAJE INOLVIDABLE, con el API de Google Street View

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