Sandra Martin - Me Llamo Mauna Loa - Heaven & Hell (sitios de interés)

Descripción del sitio

Soy hawaiana, de nacimiento. Con pelo negro, piel morena y adicta al baile. Me encanta el surf, vivo en la playa y mis mejores amigas son las olas. Aunque me encante este modo de vida, salir con mis amigos hawaianos también es un hobby. Mi nombre es Vaitiare y vivo en esta isla llamada Hawái.
En la ciudad pasean a diario cientos de personas, por lo que era muy sencillo conocer a gente interesante. En mi caso, me encantaba salir a explorar lugares con mis amigas Kailani y Maila. Les encantaba mostrar su valentía y se apuntaban a todo, por muy peligroso que fuera. A veces, el hermano mayor de Maila, Keanu, venía con nosotras, y muchas veces por el hacíamos locuras. Pero teníamos una regla en este grupo, que era que jamás nos juntaríamos con ningún extranjero, pues la última vez que lo hicimos no nos causó más que problemas. Pues bien, ese pacto no tardó en ser roto.
Hace unas semanas nos encontramos con un grupo de extranjeros que venían a pasar las vacaciones a nuestras playas. Uno de los muchachos, que andaba en busca de aventuras, se nos acercó. De pelo castaño, tez morena y por su aspecto diría que era arrogante, vino a preguntarnos por lugares para explorar. Mis amigos se mostraron recelosos al principio, pero como siempre, no rechazaron una aventura y comenzaron a explicar al muchacho los lugares seguros aptos para la exploración.
Tras una breve charla, el chico se nos presentó como David, adolescente brasileño que había venido con su familia a visitar la isla. Al parecer iban a pasar una semana allí, y quería conocer a gente dispuesta a pasar unas cuantas aventuras para no aburrirse durante la visita. Al final, acabamos por aceptarle en el grupo, y ese mismo día comenzamos a explorar junto a él.
Comenzamos explorando el mar, buceamos hacia el fondo con nuestras bombonas de oxígeno y observamos aquel maravilloso paraíso azul lleno de vida. Peces multicolores nadando en grandes grupos, arrecifes gigantes llenas de estrellas, calamares blancos gigantes escupiendo su tinta negra. Era un mundo nuevo, diferente, algo que no muchos han tenido el placer de ver.
Después de salir del agua, aún era pronto, y decidimos explorar los hermosos bosques de la isla. Eran lugares llenos de vegetación, había árboles verdes hasta donde alcanzaba la vista, y solo en unos pequeños puntos de el bosque podías ver el azul del cielo. También nos encontramos con unas cuantas cascadas en miniatura, por las que el agua bajaba suavemente deslizándose entre las rocas sobre las que saltamos para pasar de un lado del riachuelo a otro. Fue una experiencia maravillosa, pues nunca nos habíamos adentrado tanto en el bosque como esta vez, y la verdad es que lo teníamos prohibido.
Aun así, todo esto no le pareció suficiente a David, él quería más, quería acercarse a algún volcán, y su excusa era que jamás había visto uno de cerca. Aunque al principio nos mostramos reacios, accedimos a llevarle a la base del Kilauea.
Era difícil saber con exactitud la hora, pues solo había unos pocos claros entre los árboles y no podíamos ver la posición del Sol, hasta que llegamos a la base del Kilauea, cuando nos dimos cuenta de que era de noche.
El Kilauea tenía erupciones constantes, y se podían ver los ríos de lava que salían de él, pues en su interior había una especie de lago. Decidimos entonces que era hora de volver, pero David quería más aún. Quería acercarse a una grieta y observar el interior. Kailani, Maila y Keanu estaban de acuerdo. Todos pensaban que una grieta no dañaría a nadie. Sin embargo yo no accedí a subir y me dispuse a dar media vuelta y volver cuando, para mi sorpresa, mis tres amigos me agarraron y me obligaron a subir mientras David los guiaba.
Subimos entre gritos de rechazos y maldiciones, pues trataba de soltarme y huir, aunque me resultó imposible. Al final, tras un largo ascenso llegamos a la grieta, y entramos. No me dejaban irme, y esta situación cada vez me gustaba menos.
Llegamos hasta el fondo de la grieta, desde la cual pudimos apreciar el calor que daba un hilo de lava, hilo que cada vez se agrandaba más, y que era acompañado de temblores, cada vez más fuertes. Entonces todos comenzamos a asustarnos, la cueva se estaba derrumbando, y el volcán iba a entrar en erupción. Yo fui bruscamente arrojada contra el suelo, y los demás salieron corriendo, escuchando como pedía ayuda desesperadamente, pues mi tobillo roto no me permitía correr. Maila miro hacia atrás, e ignorando mis sollozos siguió.
Dos horas después el volcán entró en erupción, mientras yo seguía dentro, encerrada por el derrumbe de la salida de la grieta. Mis amigos llegaron a la ciudad, y dijeron que me perdí en el bosque en la huida.
Ese fue mi final, hallé mi muerte dentro del Kilauea. Mi cuerpo se chamusco en su interior, pero yo sigo aquí, esperando, y lista para abrasar a cualquiera que ose acercarse a mí. Me llamo Mauna Loa, y estoy preparada para entrar en erupción y arrasar la isla en un futuro próximo.

Mapa del lugar de interés Sandra Martin - Me Llamo Mauna Loa

Panorámica interactiva con Google Street View

fotografía panorámica de Sandra Martin - Me Llamo Mauna Loa, con el API de Google Street View

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