En estas obras también se suprimió el primitivo puente de madera y hierro que unía la isla con tierra, construyéndose otro de hormigón armado.
La isla está comunicada con Ribadeo por este puente y una carretera de unos 2 Km. que bordea la ría y entra en el corazón del pueblo. Su servicio está automatizado y agregado al del balizamiento general, mantenido por un técnico que reside en el edificio de la enfilación Galicia posterior.
Con la adopción del faro, en 1993, por la Autoridad Portuaria de Ferrol - San Ciprián, se instaló un sistema de alimentación de reserva compuesto por unas baterías que alimentan el alumbrado de emergencia cuando falla la red eléctrica y se suprimieron los grupos electrógenos. También fue monitorizado el faro en su totalidad para ser supervisado desde el Centro de Control situado en el puerto de Ferrol.