El faro de Corrubedo se construyó sobre la punta más saliente y elevada, en un lugar desde el que se ven claramente las luces de los faros de Finisterre y de las islas Cíes.
El edificio, proyectado por D. Celedonio de Uribe, es semicircular en la fachada al mar y rectangular en la opuesta, tal disposición procura reducir el efecto de los temporales.
La torre, troncocónica, arranca del interior del edificio concéntrica con la fachada semicircular y sosteniendo el equipo luminoso cuya altura de foco se sitúa a 14 metros sobre el terreno y a 32 sobre el nivel medio del mar.
Un nuevo edificio, de planta hexagonal y a unos 40 metros del faro, destinado a viviendas de los técnicos, fue terminado en marzo de 1958.
El edificio del faro quedaría así para albergar las máquinas y aparatos, quedando el de la sirena, ya ruinoso, abandonado.
Este último, una vez recuperado, se destina en la actualidad a vivienda de uno de los técnicos que lo atienden.