Descripción del sitio
Los castillos, sus historias y leyendas, son una adición que tengo.
Están dentro de los destinos turísticos culturales, en la tipología histórica patrimonial.
La Iruela se atisba a lo lejos en la inmensa roca sobre la que se asienta su Castillo en el que se han establecido tres épocas distintas de contrucción desde los templarios mediavales hasta los castellanos y nobles del XVI.
Los tres recintos amurallados de La Iruela son testigos de este paso del tiempo. Al pie de esta mole de piedra cargada de encanto y leyendas, se levanta el que fuera templo parroquial dedicado a Santo Domingo de Silos y que fuera construido por discípulos de Vandelvira que se encontraba a la sazón construyendo el templo de Santa María de Cazorla. Este templo ardió en la invasión francesa y más tarde se convirtió en cementerio.
El conjunto de fortificaciones se levanta sobre una agreste peña, cortado en tajo por dos de sus frentes. El elemento más destacado es la Torre del Homenaje, rodeada de muros que apoyan en la roca y que delimitan un pequeño recinto. El segundo recinto está formado por restos de varias torres y muros, todos ellos apoyados en afloramientos rocosos. La entrada, en codo, se hacía a través de una de las torres.
Dentro se ubica un amplio aljibe. Debió contar con un tercer recinto que completaba el conjunto. Al lado, las ruinas de la iglesia de Santo Domingo. Se edificó en el siglo XVI, dentro del recinto del castillo, bajo el mecenazgo de don Francisco de los Cobos e inspirada en modelos vandelvirianos. Era una iglesia de tres naves con testero plano. Conserva dos portadas, una lateral y otra a los pies, ambas con arcos de medio punto y lenguaje renacentista.