0: La Caridad Ver detalle |
1: Villaverde Ver detalle |
2: Bronce de Torrijo Ver detalle |
3: Contrebia Belaisca Ver detalle |
4: Segeda Ver detalle |
5: Bilbilis Celtibérica Ver detalle |
6: Bilbilis Itálica Ver detalle |
7: Numancia Ver detalle |
8: Contrebia Leukade Ver detalle |
9: Segóbriga Ver detalle |
10: Arcóbriga Ver detalle |
11: Alto Chacón Ver detalle |
12: Peñalba Ver detalle |
13: Torre Gabasa Ver detalle |
14: Los Castillejos Ver detalle |
15: El Castillo Ver detalle |
16: Cerro del Moro Ver detalle |
17: Cerro de las Salinas Ver detalle |
18: El Castellar Ver detalle |
19: La Oruña Ver detalle |
20: Borsao Ver detalle |
21: Belsinon Ver detalle |
Ocupa una plataforma ligeramente elevada sobre el cauce del río Jiloca, con una extensión total de 12,5 Ha, superficie muy superior a lo habitual en los yacimientos de época ibérica de esta comarca, y que parece indicar, junto con otros elementos, el carácter semiurbano del asentamiento.
En el yacimiento existen viviendas de planta cuadrada, normalmente organizadas en torno a un patio central porticado, alrededor del cual se distribuyen estancias de características muy diferentes. Los pavimentos suelen ser de arcilla o tierra batida, con suelos que no necesitan una preparación especial, limitándose a reforzar el terrenos y a añadir a la tierra natural una porción de arcilla para darle una mayor consistencia.
En el suelo de una de las viviendas se ha encontrado una inscripción ibérica sobre un mosaico romano realizado con teselas blancas de caliza. La conservación del pavimento es excelente y se ha conservado en el lugar de origen
Oppidum celtíbero asentado en el Cabezo de las Minas, junto a Botorrita. Ciudad indígena céltica intensamente romanizada que fue destruída a mediados del siglo I a.C. Disponía para su defensa de doble muralla y foso. El yacimiento tiene trascendencia internacional debido a la aparición de los bronces escritos más importantes de las antiguas lenguas celtas.
Fue una de las ciudades celtíberas más importantes de la península ibérica en el siglo II a.C. Aceptó los tratados de paz de Graco en el año 179 a.C., tras el levantamiento celtibérico de ese mismo año. Sin embargo, Roma consideró que este tratado quedaba roto cuando Segeda comenzó a ampliar su muralla en el año 154 a.C. Por ello, Roma decidió retomar la conquista de Hispania, comenzando así las Guerras celtibéricas (153 - 133 a.C.).
La extensión que presenta el yacimiento arqueológico de Valdeherrera lleva a identificarlo con una ciudad, existiendo la discusión si corresponde a la antigua Bilbilis Celtibérica o bien esta se halla en el sustrato de la Bílbilis Itálica.
La Bílbilis indígena era celtíbera y se situaba sobre el cerro de Bámbola, a orillas del Jalón. Sus habitantes pertenecieron a la tribu de los Lusones de quienes era su capital.
El primer contacto entre los lusones y los futuros conquistadores se produjo seguramente en el siglo II a.C., aunque no fue hasta el siglo I cuando poco a poco la cultura romana, su lengua y costumbres fueron adentrándose y adueñándose de una cultura indígena hasta asimilarlas a los modos de vida romanos.
Las modificaciones del terreno para la monumentalización de la ciudad son de época augústea. Tuvo su apogeo en el siglo I, fue decayendo en el siglo II y abandonándose paulatinamente hasta que en e siglo III quedó semidesierta
Enclave celtíbero y romano en la margen derecha del río Jalón, a unos 2 kilómetros al oeste de Monreal de Ariza, en el Cerro Villar. Conserva todo su sistema defensivo, formado por dos anillos de muralla y un muro que cierra la acrópolis de la ciudad.
Se sitúa en los cerros del Castillo, de la Corona y de la Cueva Esquilar. Se inicia la ocupación del terreno en época hallstáttica en la cueva Esquilar.
Asentamiento celtíbero situado en el cerro del Convento de Mallén, junto Huecha. El enclave celtíbero de Belsinon derivo en la mansión romana Belsione o Balsio o Balsione, de época imperial.