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La tercera ciudad más poblada de Cirenaica, está en plena ruta de huida hacia Egipto. Con vínculos con la Antigua Grecia, se manejó incluso la posibilidad de que fuese la capital del país. Ahora ha sido, junto a Bengasi, una de las que más ha sufrido los bombardeos de Gadafi. "La Policía abrió fuego contra nosotros y mi amigo Khaled fue uno de los primeros en caer junto a otros siete mártires. Luego llegaron mercenarios de Marruecos, Chad y Túnez que nos atacaron pero logramos capturarlos", ha declarado a Reuters Sadam, de 21 años, que cifra en 150 los muertos.