Kush es el más septentrional y conocido de los Reinos Negros que se
encuentran al sur de Stygia. Es una nación semicivilizada que ha dado
su nombre a toda la porción meridional del continente, porque los
kushitas propiamente dichos fueron los primeros hombres negros con
quienes los hyborios entraron en contacto, cuando los piratas
barachanos comenzaron a atacar y comerciar en la Costa Negra, en el
Océano Occidental. Incidentalmente, este comercio pronto se desarrolló
hasta convertirse en una fuente importante de materiales para los
kushitas que ansiosamente intercambiaban su oro, cocos secos, perlas y
esclavos a cambio de cuentas, sedas, azúcar y espadas con empuñaduras
de oro, que les ofrecían los mercaderes de Argos y Zingara.
Una vasta pradera plana se extiende a través de Kush hasta el este, y
sirve de hogar para cebras, antílopes, búfalos, y fieros leones.
Ocasionalmente surge un pequeño arbusto en la llanura donde los
cazadores y tribus o pastores nómadas se desplazan entre los pastos de
la sabana. Hacia el oeste, a lo largo de la costa oceánica, moran
varias tribus esclavistas que saquean el interior y venden sus cautivos
nativos a las naves mercantes mar adentro, procedentes de Argos,
Zingara y Shem.
El reino de Kush es gobernado por una casta aristocrática de rasgos
delicados y piel olivácea, descendientes de los pioneros stygios que en
otros tiempos se aventuraron hacia el sur para establecer una ciudad
sobre los pastizales de la llanura que se extiende en Meroê,
actualmente su capital. Los nobles viven tras una gruesa muralla, en la
ciudad interior de Meroli, donde moran en ostentosos palacios de caoba
y adoran a Set, el dios-serpiente de Stygia. Más allá de estas
murallas, se extiende la Ciudad Exterior, habitada por las castas
nativas de pìel más oscura, subyugadas a la aristocracia.
Los fornidos hombres de Kush, y sus estatuescas mujeres, viven en
cabañas de barro con techos de paja, y su economía de mercado consiste
en el intercambio de cerámica y bronca, puntas de lanza de hierro, y
cerveza de banana. Pagan tributo a los Lanceros Negros, columna
vertebral del ejército la casta que gobierna.
Recientemente, la población nativa se ha puesto más inquieta con el
yugo de la servidumbre, y la amenaza de una rebelión importante puede
significar dentro de poco la ruina de la casta gobernante.
Religión
Hay multitud de cultos a cual mas depravado que el anterior Set tiene templos aquí pero tambien Yog y Hannuman en sus vertientes mas extremas estan presentes en esta sombria tierra cargada de superstición y magia