La tercera ciudad del país se ha convertido en uno de los grandes focos de enfrentamiento entre los leales a Gadafi y los opositores.
La contraofensiva lanzada por el régimen el lunes se puso como objetivo recuperar la ciudad, aunque los manifestantes lograron resistir. Sin embargo, los ataques volvieron el pasado sábado y los pro Gadafi aseguraron que la tenían en su poder, algo que negó posteriormente la oposición.